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Los acadianos no la pasaban tan mal. Si no fuera por el intenso frío y los largos inviernos, la viruela, la disentería, la alta tasa de mortalidad infantil, la dura lucha contra la naturaleza y las deportaciones, se podría decir que no vivían tan mal. Por otro lado, el disfrutar de una cálida unión familiar, tener lindas casas con jardines, sus granjas, su ganado, sus cultivos, comer las frutas frescas del bosque, sentarse a las noches a escuchar junto al fuego las historias de los ancianos, alimentarse con excelente cocina francesa, vestir la última moda de ropa de Francia, y relajarse en las amplias tierras del continente americano, serían el lado positivo de una vida enfocada hacia la aventura y el progreso.

2-Maison Mazerolle

El Hábitat Acadiano.

Si bien en el Siglo XVII las casas eran amplias y elaboradas, al mejor estilo francés de la época, los sucesivos ataques de los ingleses y las deportaciones con pérdida de sus bienes, influyeron más tarde en la construcción de casas más simples. Casi siempre hechas en madera, con el sistema de listones de madera cortados con hacha y apilados horizontalmente uno sobre el otro. Con pocas aberturas, eran armados con clavos de madera, pues los metálicos eran costosos y difíciles de conseguir. Los techos se cubrían con caña o con tablas de abeto. La chimenea era infaltable e importante. Se ubicaba en el medio o en un extremo de la casa, y allí se cocinaba. Muchas veces se le agregaba al costado un horno de pan. Tenían dos ó tres habitaciones y dos pisos, unidos por una escalera interior.

3 Maison et jardin

Si bien en Louisbourg había en 1730 construcciones de piedra, en el resto de la Nouvelle France se usaba sobre todo la madera. También eran de madera las casas de Saint Pierre et Miquelon, pero además allí se usaba en la puerta frontal un "tambor" para protegerlos del frío. En la parte posterior, siempre había una granja para sus cultivos y un establo para los animales.

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El interior de las casas era amplio y confortable. En la parte inferior, había una gran habitación que era sala, cocina y comedor. En la parte superior se ubicaban las habitaciones de los padres y los hijos. Los pisos eran de madera y los techos con vigas. Los interiores se hacían casi siempre en madera de pino, por ser liviana y fácil de maniobrar. Los armarios con los utensilios se ubicaban en los rincones. En algún lado de la pared solía estar colgado un cuerno con pólvora y un rifle de caza. Los cofres servían para guardar las vestimentas o los utensilios, y también de silla.

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LA DIETA DE LOS ACADIANOS

Se cocinaba en la chimenea de piedra, con el fuego de la leña. Comían carne de buey, pescados, puercos de la granja y pollos, así como gran cantidad de productos de sus cultivos: legumbres y vegetales, que se consumían por lo general hervidos.  El pan era el elemento esencial de la dieta, y se hacía en hornos especiales. Guisos, estofados, y sopas aromatizadas con las hierbas de su cultivo: estragón, perifolio, perejil, albahaca, laurel. Las comidas eran bastante saladas, porque se conservaban en sal. En el otoño se mataban los animales (bueyes, puercos) para ser conservados para el invierno, y sólo se comían frescas las mejores partes, el resto se guardaba. Como platos frecuentes tenían el esturión cocinado a la salsa de pollo, o el arenque salado con papas hervidas o grilladas. Comían bastante bacalao, salmón, y anguila. También comían patos, ocas, perdices y caribúes. En primavera se recolectaban todos los frutos del bosque: manzanas, frutillas, grosellas, frambuesas. Y durante todo el año tenían sus propios árboles con cítricos. La vajilla, los utensilios, los vinos, los tés y las melazas venían de Francia.

Estofado de caballa.

LA VIDA EN LOS CICLOS DEL AÑO: Los inviernos duraban 5 ó 6 meses, y durante mucho tiempo la nieve cubría todo. Las tormentas de nieve eran frecuentes. Al comenzar el otoño, la llegada del frío era marcada por las tareas necesarias para la subsistencia: preparación de las semillas y los cultivos, matanza de animales, preparación de jaleas obtenidas de frutos del bosque, conservación del pescado. Durante el invierno se vivía más en los interiores, los hombres cuidando los animales y las mujeres preparando las vestimentas con la lana,  las telas y las pieles de animales obtenidas en primavera. Al llegar la primavera, todos volvían a sus tareas: la cosecha, la recolección de frutos del bosque, y el inicio de la pesca, que duraba todo el verano.

LAS MEDICINAS:

Los mayores problemas de enfermedades venían traídos en los barcos que llegaban de todo el mundo, por el comercio marítimo: la peste, la viruela, la disentería, el tifus y otras enfermedades contagiosas. La tasa de mortalidad infantil era alta, provocada por infecciones. Los males más frecuentes, tratados con la medicina del siglo XVIII, eran los resfriados, la gripe, los problemas dentales, los abcesos y las úlceras.Tenían cirujanos civiles y militares, y boticarios.

Algunos remedios o curaciones frecuentes de la época: Para el mal de la garganta: poción de miel de rosas (hervir pétalos de rosas en agua azucarada), o aplicar arenque salado a la garganta. Para el mal de los oídos: aplicar jugo de cebollas saladas o soplar humo en la oreja. Para dolor de muelas: enduír el diente enfermo en estiércol de vaca o en vinagre. Para los ojos enfermos: aplicar azúcar blanca en los ojos.

 

RELIGION Y FOLKLORE: El elemento principal de la cultura acadiana era su religión católica, con profundo sometimiento a la autoridad del Papa y a la Virgen María. Las iglesias y los sacerdotes mantenían la conservación de las costumbres y el cuidado de la moral, y hasta intervenían en los litigios particulares. Los feriados religiosos eran respetados, y todos los actos civiles de la comunidad eran registrados y celebrados por la Iglesia. La Iglesia también archivaba cuidadosamente los documentos civiles, para  controlar que no hubiera demasiados casamientos entre parientes cercanos, situación inevitable en las comunidades pequeñas.

El folklore y las leyendas estaban influenciados por antiguas leyendas europeas y los cuentos e historias de los indios de la región, así como por los extranjeros llegados en los barcos y los leñadores con sus cuentos de los bosques.

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TEXTILES Y VESTIMENTAS:

Desde el principio, la lana y el lino fueron los principales materiales usados para la fabricación de ropa. Hacia fines del siglo XVIII incorporan el algodón. Durables, simples, sus vestimentas fabricadas a mano ofrecen una gran libertad de movimientos. En los vestidos mantienen normas tradicionales: a cada uno, según las normas morales y sociales de la época, le corresponde un hábito; quien quiera distinguerse por sus ropas será sancionado por las normas religiosas. Los hombres siembran el lino en Mayo, y proceden a la tintura de las pieles de oveja y de bovinos almacenadas desde el invierno. Las mujeres hacen el trabajo de cardado, del hilado, y la terminación de las ropas.En sus ropas más tradicionales, siempre predomina el negro y el rojo. En su contacto con los indios de la zona, los Micmaqs, los acadianos aprenden la fabricación de un calzado que se hará famoso por siempre: el mocasín.

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VIDA COTIDIANA Y FAMILIA:

La familia era el pilar sobre el cual se basaba toda la comunidad acadiana. Típicamente compuesta de padre, madre, y muchos hijos, era el centro de transmisión patrimonial y cultural de la comunidad. El matrimonio era la forma de extender la red comunitaria y conservar la subsistencia. El promedio de matrimonios era entre gente de más o menos la misma edad, generalmente el hombre unos pocos años mayor que la mujer. Las mujeres no se casaban tan jóvenes como en Francia, (donde en esa época encontramos muchas casadas a los 16 años), sino, por lo general, después de los 20 años de edad. Pero pasados los 25 años de edad, si quedaban solteras, debían resignarse a su papel de tías o encontrar una vocación religiosa. El paso a la adolescencia estaba dado por la Gran Ceremonia de la Comunión, que se hacía a los 14 años para las niñas y a los 16 para los varones. Es de destacar que cuando una joven pareja se casaba, toda la comunidad contribuía a construir su nuevo hogar, aportando los materiales y el trabajo.

En su vida cotidiana, todos tenían sus tareas: las mujeres se ocupaban de mantener el fuego de la chimenea, traer el agua potable, cocinar y lavar los utensilios. El hombre salía al mar, al campo o al bosque, y cuando estaba en la casa alimentaba los animales del establo y lo limpiaba, o se encargaba de las reparaciones de emergencia. Cuando él estaba afuera, la mujer hacía las tareas del hombre.

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Informe escrito en 1790 sobre los acadianos:

A pedido del Dr. Andrew Brown de Halifax, que había hecho un amplio estudio sobre los acadianos, llega en 1790 a Nueva Escocia un suizo de nombre Moses Delesdernier y escribe un ensayo titulado: "Una observación de la situación, de las costumbres y los comportamientos de los antiguos acadianos". He aquí algunos párrafos:

"Los acadianos son las personas más inocentes y virtuosas que yo haya encontrado jamás. Viven en un perfecto estado de igualdad, sin distinción de rango en su sociedad. El título de "señores" no se usa más entre ellos. Ignorantes de los lujos y de los placeres de la vida, se contentan con un simple modo de vida que deriva del cultivo de sus tierras. Tan poco de ambición o avaricia he observado entre ellos. No manifiestan ningún interés por la acumulación de dinero o de más propiedades. Son humanos y hospitalarios con los extranjeros, y muy liberales con quienes comparten su religión. Son realmente destacables por la inviolable pureza de su moral. No recuerdo ningún caso de nacimiento ilegítimo entre ellos, incluso hoy. Si bien sus conocimientos de la agricultura son limitados, sus cultivos están muy bien irrigados...Cada granjero es su propio arquitecto, y cada propietario es un granjero...Ellos fabrican las telas de sus propias vestimentas, y privilegian los colores negro y rojo, con rayas a lo largo de las piernas y una variedad de cintas y largas serpentinas...Gozan de muy buena salud, son fuertes y capaces de enfrentar los trabajos más pesados, y viven hasta una edad avanzada, si bien recurren muy poco a las medicinas... Para concluir, parecen tener siempre el corazón alegre, y en toda ocasión son unánimes. Si a veces algunos conflictos aparecen en sus transacciones,  los someten siempre al arbitraje del sacerdote. Aunque haya llegado a ver casos de mutuas recriminaciones a raíz de estas decisiones, sólo  raramente surgía hacia el otro alguna idea de malicia o venganza. "

CONSTRUCCION DE DIQUES:

Al ver que las cosechas no eran tan buenas como en un principio esperaban, los acadianos se dedicaron a construir diques para contener las mareas e irrigar los cultivos. Tarea colectiva en la cual colaboraban hombres, mujeres y niños, se efectuaba en las épocas de marea baja. El sistema se llamaba "aboiteau": 1) Se levanta un dique de 2 m de altura, para contener la marea creciente.- 2) Se cava en los pantanos de canales de drenaje que se juntan en un canal central- 3) En la unión del canal central y la elevación se taladra un túnel en la parte elevada; éste es cerrado a la salida por una válvula, que sólo se abre en un sentido: del interior hacia el exterior.

Reproducción del artista Azor Vienneau (Museo Nova Scotia)

EL COMERCIO:

Si bien los acadianos se autoabastecían en muchas de sus necesidades, había una cantidad de productos que no fabricaban y tenían que comprar a sus vecinos. De Nueva Inglaterra traían melaza, tuberías, calderas, pólvora de cañón y ron. De Louisbourg algodón, hilados y armas de fuego. De Francia importaban sobre todo objetos religiosos. En cambio de estas mercancías, ellos ofrecían los granos recolectados en su tierra, los productos de su pesca, y pieles, que solían comprarle a los indios micmac. La peleteria aportaba 150,000 libras al año solamente en el valle de St Jean.

<Foto de la izquierda: Reproducción del artista Azor Vienneau (Museo Nova Scotia)

 

"Un largo año había pasado desde el incendio de Grand-Pré,
cuando en la marea baja los barcos partieron,
llevando una nación, con todos sus dioses domésticos, al exilio,
exilio sin fin, y sin otro igual en la Historia.
Lejos, en diferentes costas, los acadianos desembarcaron;
Fueron dispersados, como copos de  nieve cuando el viento del Nordeste
golpea a través de la niebla que oscurece el Gran Banco de Terranova.
Sin amigos, sin hogar, sin esperanza, vagaron de ciudad en ciudad,
de los fríos lagos del Norte a las lujosas sabanas del Sur,
De las orillas tristes del mar a las tierras en donde el Padre de las Aguas
agarra las colinas en sus manos, y las arrastra hasta abajo del océano,
en lo profundo bajo sus arenas para enterrar los huesos dispersos del mamut."

Del poema épico "Evangeline, una historia de acadianos" escrito por Henry Wadsworth Longfellow en 1847. El canto narra la historia de Evangeline, quien es separada de su esposo y lo vuelve a encontrar en su lecho de muerte.

 

Fuentes: "Les émigrés français en Acadie: leur vie quotidienne", Michèle Champagne - "Acadie- La vie quotidianne au temps de nos âncetres" - Village Virtuel Historique Acadien. - La Cigogne et le Caribou (http://lacigogneetlecaribou.kazeo.com/Acadie/Les-Acadiens-Partie-II,a555199.html).

Fotos: (Cortesía Village Virtuel Historique Acadien): 1- La Bénédicité, 2- Maison Mazzerolle, 3- Maison et jardin, 4- Chambre Maison Thèriault, 5- Armoire au coin, maison Babineau, 6- Balayer le plancher, 7- Nourrir le feu de l'âtre, 8- Fricot de maquerole, 9- La transformation de la laine, 10) Dancer, 11) Berceau, 12- Jeunes filles qui lavent la vaiselle.

Midi: "Overture" (Canciones tradicionales acadianas) Arreglos: Barry Taylor - "The Great Canadian Tunebook" - http://www.members.shaw.ca/tunebook

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